domingo, 21 de febrero de 2010

Las cuatro de mañana

24/01/2009

Cuatro de la mañana,
es la hora de las borracheras,
de los que vacían los vasos
como única recompensa,
de la manada que vuelve de cacería
con los dientes ensangrentados,
cuatro de la mañana,
es la hora de la amnesia.

Cuatro de la mañana,
es la hora de los coches en los descampados,
del sexo por vocación,
con los cristales empañados,
apurando la ultima opción,
de los asientos reclinados.

Cuatro de la mañana,
es la hora del corazón roto,
de la agónica vuelta a casa,
de volver a sentirse solo,
de tener un parche en el alma.

Cuatro de la mañana,
es la hora de los recuerdos borrosos
empapados en ginebra
que engulle en cada sorbo
todo lo que le recuerda a ella.

Cuatro de la mañana,
es la hora punta
del amor
de los clientes a las putas,
por un precio acordado.

Cuatro de la mañana,
es la hora de la orgía,
de la fiesta en los portales,
lecciones de anatomía
que se auto-imparten los chavales.

Cuatro de la mañana,
es la hora de las caricias
es la hora es la hora de los amantes,
de los que se aman a escondidas,
y de los que se aman en medio de la calle.

Son las cuatro de la mañana.

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