13/01/2011
Que sople el viento por encima de los tejados más nobles,
en un lugar perdido entre la felicidad
y el centro mundial de los dolores
llevándose toda la irritabilidad
que se guarda en las buhardillas.
Aparta de mi este cáliz
que yo dejare atrás
las amapolas en los arcenes.
A lo mejor cuando triunfes,
me compro aquel libro tuyo
para que me lo firmes
y jugar de nuevo
con las matriuskas literarias
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